Venezuela representa una oportunidad de inversión en el sector turístico, para lo cual dispone de grandes infraestructuras así como de lugares que, con el marco regulatorio en la materia, pueden explorarse y explotarse en conjunto.
El Salto Ángel, en el estado Bolívar, es la caída de agua natural más alta del mundo (979 m.) y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
El país posee inmensas potencialidades naturales, algunas únicas en el mundo, concebidas como atracciones para el turismo internacional dada la gran cantidad de costas en el mar Caribe, que supera en extensión a todas las islas vecinas que practican turismo receptivo internacional.
Por sus atractivos turísticos, el territorio venezolano se divide en 9 regiones bien diferenciadas.